MadreTierra

Inhalación. Recogo la energía de la Tierra, de mi madre, del cosmos. Que recorra mi cuerpo desde la punta de los pies hasta la mas íntima fibra de mi cabello.

Exhalación. Suelto mis penas, mis miedos y angustias. Las dejo partir de mi. Comienzo a sanar.

Estoy inmersa en la triste realidad que escogí desde el primer día de mi vida. Vine a aprender de mis errores, pero temo al aprendizaje. Me acorbardo y rehuyo de la responsabilidad que tengo conmigo misma de sanar, de cambiar y de dar un paso más en la existencia. Como un trapo viejo toqué el fondo del basurero, esperando ahí, escondida, quejumbrosa, culpando al resto y escudándome casi en la injusticia divida. Que ilusa yo, que esperaba encontrar respuestas en mis justificaciones externas, cuando la solución es algo mucho más simple. Amor. Amor a mi, amor a vida a las cosas, pero para amar afuera debo amarme. Algo tan simple que me resulta casi imposible. Ya no me conozco, no se cómo llegue a donde estoy. Un fuerte deseo de huir de la responsabilidad que tengo conmigo en este momento, de entregarme amor, de tenerme en mi regazo y cuidarme como quien cuida a un recien nacido. Porque he muerto y ahora es cuando debo nacer, renacer fuera del círculo vicioso donde tanto tiempo he estado maltratandome y viviendo en una constante lamentación de mis actos. Ay de mi, cuántas veces me he expresado así? Cuídate, sánate y continúa con tu paso sobre este planeta. Amor.

Inhalación. Pido energía a la madre Tierra, fuerza y lucidez. Que cada bocanada me ayude a encontrar las respuestas y herramientas internas para sanar.

Exhalación. Cambio, muto, suelto las respuestas que encuentro en el alma, y levemente siento como sano.

Me acuno en tu (Gaia) regazo y descanzo....

.::Aprendo a amar quien soy::.